Existio una vez un emperador,
que poseia un enorme palacio,
y en sus arcones guardaba una gran cantidad de tesoros
Lo tenia todo,
pero un pequeño temor le invadio,
queria tener controlados todas sus posesiones,
todas sus riquezas,
todo.
Para ello busco una persona,
que fuera lo suficientemente capaz,
de poder llevar correctamente,
la totalidad de las posesiones del emperador.
Para ello decidio hacer una prueba,
lanzo unas naranjas a una piscina,
y recluto a los mejores para participar.
Mando llamar a un sabio y le pregunto:
¿Cuantas naranjas hay en la piscina?
El sabio observo la piscina y al poco rato afirmo;
8 naranjas.
Mando llamar al filosofo y le pregunto de nuevo:
¿Cuantas naranjas hay en la piscina?
El filosofo observo cuidadosamente la piscina y afirmo;
8 naranjas.
Asi repitio el proceso con el matematico, el explorador...
hasta que llego un vendedor por accidente,
el emperador le hizo llamar y le pregunto:
¿Cuantas naranjas hay en la piscina?
El vendedor se arrojo a la piscina,
y cogio la primera de las naranjas dandose cuenta de que estas,
estaban partidas por la mitad,
al rato salio de la piscina y afirmo;
Hay 4 naranjas.
Si queremos llegar a una buena conclusion
no solo bastan las apariencias
hay que indagar en lo mas profundo
y daremos con el tema.
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